Son diversos los casos de empresas que se han visto gravemente afectadas por el frenado de actividades a causa de la pandemia por COVID-19.
A pesar de la situación hay que reconocer que el fracaso para algunos ha significado el éxito para otros. Sin embargo, algo que tenemos en común es el retraso de procesos logísticos.
Mientras la tendencia durante muchos años ha sido seguir la metodología del “Just In Time” que ayuda a reducir costos, hoy ha sido puesta en tela de juicio su efectividad, ante la baja capacidad de respuesta por parte de las empresas al desabasto de materia prima y componentes esenciales. En este post te hablaremos de cómo se han roto las cadenas de suministro y haremos una reflexión sobre la metodología JIT (Just in Time). ¡Continúa leyendo!
Antecedentes
Para finales del año 2019 en la provincia de Hubei en Wuhan, China, se originaba el brote viral de lo que podría ser considerado la peor pandemia del siglo XXI. Los hospitales diagnosticaban a los pacientes con una neumonía provocada por causas desconocidas. Fueron tan solo 5 los pacientes que presentaron síndrome de distrés respiratorio agudo, que en tan solo 3 meses se convirtieron en 118.000 contagiados dentro de 114 países.
Una de las medidas para contener la propagación de este virus fue el distanciamiento social y aislamiento. En un principio, la mayoría de empresas estaban escépticas ante estos cambios, se enfrentaron a una constante encrucijada sobre reducir la producción o detenerla por completo.
En México la situación no fue muy diferente a la de la mayoría de países. Gerardo Esquivel miembro de la junta de Gobierno del Banco de México redacta su postura a través de un artículo titulado “Los impactos económicos de la pandemia en México” donde identifica 3 fases distintas.
1. Primer fase, derivado del cierre de varios países y de la correspondiente cancelación de vuelos a nivel mundial, impactando directamente al turismo. El confinamiento por parte de países asiáticos y europeos significó disrupciones importantes en los procesos productivos y cadenas globales de valor, particularmente en los sectores de manufactura.
2. Segunda fase, desaceleración de la actividad económica derivado de suspender todas aquellas actividades consideradas como no esenciales. Causando estragos en los sectores de la manufactura y de servicios.
3. Tercera fase, proceso de reapertura más lento y gradual que lo anticipado debido a la continuidad de los contagios que se encontraban en niveles relativamente elevados ocasionando que los afectados no puedan regresar a sus condiciones previas hasta encontrar la solución definitiva
Analizando la postura que tuvo el economista el año pasado, podemos inferir que lo acontecido funge como antecedente y que bajo las circunstancias generó una reacción en cadena. Afectó a la mayor parte de los sectores, sin embargo algunos de ellos consiguieron una segunda oportunidad ya que fueron nuevamente considerados como esenciales, tal es el caso de la minería, la construcción y las industrias automotriz y aeroespacial.
Encallamiento y Situación Portuaria
La escasez en la economía mundial tiene su origen en factores que van más allá de la escasez de inventarios. La propagación de la COVID-19 interrumpió las actividades de los trabajadores portuarios y los camioneros, lo que impide la descarga y distribución de los productos elaborados en las fábricas de Asia y que llegan por barco a Norteamérica y Europa.
En Conshohocken, Pensilvania, Romano literalmente está esperando a que llegue su barco.
Es vicepresidente de ventas en Van Horn, Metz & Company, que compra químicos de proveedores de todo el mundo y los vende a fábricas de pintura, tinta y otros productos industriales.
En condiciones normales, la empresa se retrasa en atender tal vez el uno por ciento de los pedidos de sus clientes. Pero durante una mañana reciente no pudo completar una décima parte de sus pedidos porque estaba esperando a que llegaran los suministros.
Casos de Escasez
Muchas empresas actuaron como si la fabricación y el envío estuvieran libres de contratiempos, agregó Alicke, sin tener en cuenta esos problemas en sus planes comerciales.
“No se contempla ningún riesgo de interrupción ahí”, dijo.
La manifestación más notoria de la excesiva dependencia del método JIT se encuentra en la propia industria que lo inventó: los fabricantes de automóviles se han visto perjudicados por la escasez de chips informáticos, componentes vitales de los automóviles que se producen sobre todo en Asia. Sin suficientes chips disponibles, las fábricas de automóviles de India, Estados Unidos y Brasil se han visto obligadas a detener las líneas de producción.
Cuando comenzó la pandemia, los fabricantes de automóviles recortaron los pedidos de chips ante la expectativa de que la demanda de automóviles se desplomara. Cuando se dieron cuenta de que la demanda estaba reviviendo, ya era demasiado tarde: aumentar la producción de chips de computadora requiere meses.
Metodología JIT
En una época de agitación extraordinaria en la economía mundial, el método “justo a tiempo” llega tarde.
“Es una especie de cadena de suministro fuera de control”, afirma Willy C. Shih, experto en comercio internacional de la Escuela de Negocios de Harvard. “En una carrera por disminuir los costos al máximo, el riesgo se concentra. Estamos en la conclusión lógica de todo eso”.
Sin embargo, la magnitud y la persistencia de la escasez revelan hasta qué punto el concepto JIT ha llegado a dominar la vida comercial. Esto ayuda a explicar por qué Nike y otras marcas de ropa tienen dificultades para abastecer los puntos de venta con sus productos. Es una de las razones por las que las empresas de construcción tienen problemas para comprar pinturas y selladores. Fue uno de los principales responsables de la trágica escasez de equipos de protección personal que afectó a los trabajadores médicos de primera línea al inicio de la pandemia.
El método “justo a tiempo” significó nada menos que una revolución en el mundo empresarial. Al mantener bajas existencias en los inventarios, los principales minoristas pueden usar más espacio para exhibir una mayor cantidad de productos y los fabricantes pueden personalizar sus artículos. Además, una producción sin excesos reduce costos de manera significativa, mientras les permite a las empresas cambiar de productos con rapidez.
Sin embargo, la escasez de productos suscita dudas sobre si algunas empresas han exagerado a la hora de ahorrar mediante la reducción de sus existencias, lo que las ha dejado desprevenidas ante cualquier problema que no pueda evitarse.
Efecto Mundial
Más del 80% del comercio mundial por volumen se transporta por mar. ¿Se imagina los costos para las cadenas de suministro cuando, por ejemplo, un megabuque se atasca?
Fue noticia el buque Ever Given que se había atascado en el canal de Suez: una de las rutas marítimas comerciales más importantes del mundo. ¿El resultado de este acontecimiento? Cadenas de suministro en crisis.
El encallamiento del Ever Given retrasó los envíos de bienes de consumo de Asia a Europa y América del Norte, y más de 400 buques, incluidos petroleros y portacontenedores, quedaron en espera para transitar el canal, el cual maneja aproximadamente el 12% del comercio mundial.
Después de varios días, el buque fue desencallado, sin embargo, había un nuevo reto: gestionar el paso de los cargamentos que se habían retrasado debido al incidente. Incluso, varias empresas tuvieron que cambiar sus rutas, rodeando el continente africano, como respuesta rápida para dar solución al aplazamiento de sus entregas.
Los expertos dicen que posiblemente sean meses los que se deben esperar para que las cadenas de suministro marítimas funcionen con regularidad. Lamentablemente, una de las consecuencias más graves sería el alza de precios, porque la interconexión de las cadenas mundiales está bajo tensión, situación suscitada desde la pandemia.
El comercio internacional desaceleró cuando COVID-19 golpeó primero a China y luego se esparció por todo el mundo. Poco a poco se está equilibrando la situación, pero el aumento de las importaciones fluviales en varios países desde hace varios meses ha provocado escasez de contenedores, cruciales para el envío de automóviles, maquinaria, ropa y productos básicos de consumo.
Desafortunadamente, el comercio aéreo no es una pronta solución, ya que incluso es más caro que el marítimo en circunstancias normales, por lo que sólo se reserva para mercancías de alto valor, como las vacunas en estos momentos. Es probable que haya escasez de productos y precios más altos si no se mejoran las condiciones actuales y se revisan a conciencia los procesos en las cadenas de suministro.
Cadena de Suministro Resiliente
Construir una cadena de suministro resiliente es posible, a pesar de las circunstancias no planeadas como el encallamiento de Ever Given, porque podrá visualizar las opciones a su disposición a través de nuestra cartera integrada que incluye análisis predictivos, automatización de procesos e Internet of Things para ejecutar y actuar.
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